QUIENES SOMOS
Evangelio en Vecindarios
Jesús fue claro en que toda persona con quien tenemos contacto es nuestro vecino. Debemos buscar maneras de amar y servir a la gente a nuestro alrededor. Por lo tanto, mientras que la palabra “vecino” es un término bien amplio, el mejor lugar para comenzar es con nuestros vecinos inmediatos: la gente que vive en tu vecindario. Este es el lugar más efectivo para amar a tu vecino como a tí mismo--incluyendo los creyentes
y no creyentes que viven cerca de tí. Dentro de sus vecindarios, los creyentes deben reunirse para animarse el uno al otro para permanecer enfocados en la meta y la misión de Dios. Ellos están allí para llamarse el uno al otro a una vida en la cual el evangelio pueda ser exhibido adecuadamente a través de palabras y hechos. Ellos están para servir el uno al otro en tal forma que los no creyentes en ese vecindario puedan verlos y
oírlos reflejar las características de Dios.
Al vivir de una forma práctica como una comunidad del evangelio en nuestros vecindarios, le permitimos a los no creyentes a nuestro alrededor que entiendan la verdad y el impacto del evangelio, y que ellos respondan en amor y adoración a Dios. Es en nuestros vecindarios que nuestro amor por Dios y por Sus propósitos debe venir a ser evidente e incrementar a manera vivamos nuestras vidas con las verdades transformadoras del evangelio.
COMUNIDAD CENTRADA EN EL EVANGELIO
Muchas veces es más facil amar a aquellos con quienes interactuamos no muy frecuente que con nuestros vecinos literalmente a quienes vemos cada día. La autenticidad de nuestro amor se revela cuando tenemos que amar a aquellos que a lo mejor nos enfadan y no podemos escaparnos de ellos. Dios nos ha puesto en nuestro vecindario en particular, En seguida de vecinos específicos, por razón del Evangelio.