Dios ha confiado a Sus líderes la privilegiada y delicada tarea de pastorear Su rebaño (1 Pedro 5:1-4). No es algo fuera de lo común que los líderes se frustren y aún sean abrumados con la tarea del discipulado. Estos recursos están diseñados para equipar líderes para ser usados por Dios en guiar a Su pueblo.